Dos años atrás, el realizador argentino Ariel Winograd (Mi primera boda, Sin hijos) es­trenaba una bufonada para to­da la familia que se convirtió en un fenómeno popular, aplaudido además por la crítica. El italiano Alessandro Genovesi recoge el testigo del éxito internacional de aquella Mamá se fue de via­je en este remake que escribe él mismo a cuatro manos junto al guionista experto en come­dias Giovanni Bognetti. Como el filme de Winograd, 10 días sin mamá pone con humor en tela de juicio los papeles que tradi­cionalmente han ocupado hom­bres y mujeres en el matrimonio. El mensaje de fondo: que debe­mos apoyarnos con tal de es­capar de aquellos roles asigna­dos culturalmente.

Carlo y Giulia forman un matrimonio que lleva veinte años casado. Ambos es­tán habituados a una rutina que, para ella, comienza a hacerse día a día más pesada: mientras que él ha podido desarrollar sus ambiciones profesionales y se dedica en cuerpo y alma a su trabajo, Giulia lo ha sacrifica­do todo en nombre de la fami­lia, encargándose de las labores del hogar y del cuidado de sus tres hijos. Pero la situación se invertirá de manera inesperada, pues ella decide un día tomarse un respiro disfrutando diez días en Cuba acompañada de su hermana. El caos se cierne so­bre la existencia de Carlo, obli­gado a ocuparse a tiempo com­pleto de sus hijos y del hogar. Las catástrofes no dejarán de sucederse una tras otra desde el principio, pero la experiencia le servirá al padre de familia pa­ra conocer mejor a sus peque­ños, con quienes mantenía una relación fría y distante.

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