Crítica:
El mejor Sam Raimi está de vuelta en la comedia terrorífica de serie B con uno de los entretenimientos más lúcidos y estimulantes del verano
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
Noticias al fin del mejor Sam Raimi.
Lo peor:
Tomársela demasiado en serio o demasiado en broma.
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Terror
- Fecha de estreno: 31/07/2009
- Director:
Sam Raimi
- Actores:
Alison Lohman (Christine Brown), Justin Long (Clay Dalton), Lorna Raver (Sra. Ganush), David Paymer (Sr. Jacks), Dileep Rao (Rham)
- Nacionalidad y año de producción:
EE.UU.,
2009
- Calificación: No recomendada menores de 18 años
Nada como reconectarse a las raíces para superar el bache de un fracaso creativo del tamaño descomunal de la horrible "Spider-Man 3". En ese sentido "Arrástrame al infierno" bien podría leerse como una película terapia, y un exorcismo en toda regla para quitarse del cuerpo el mal cuerpo que deja trabajar a sueldo durante tantos años. La excelente noticia es que Sam Raimi seguía ahí, que sigue despierto y que cuando quiere hace un cine que si no lo hiciera él como sólo él sabe hacerlo no lo haría nadie.
Su última pequeña película es un sensacional despiporre terrorífico, un retorno a casa y a los sudores fríos con golpe en el hueso de la risa incluido de la trilogía "Poeseión infernal", "Terroríficamente muertos" y "El ejército de las tinieblas". Raimi se reconcilia con su yo más siniestro y cachondo, con su afición crónica con la serie B más chusca, con el efecto especial de látex y con el espíritu comiquero que proyectó sus películas justamente al altar del cine de culto para gourmets de la casquería más sofisticada. A medio camino, claro, entre la guasa paródica y el escalofrío de una historieta de terror gótico (ambientalmente hablando) de grimosas estampas demoniacas y horrores de ultratumba, "Arrástrame al infierno" es un divertimento impagable que borda la refrescante tensión entre la risa, la dentera y el morbo inquietante del ocultismo sin despeinarse.
Raimi es un maestro en estas lides y el resultado es una de las películas más descacharrantes y entretenidas de este verano 2009. Disfrazada de cuento moral, de leyenda ejemplarizante con moraleja, la cinta de Raimi arroja a los infiernos a una mujer de corazón noble, perseguida por una terrible maldición consecuencia de un desliz ético absolutamente común y corriente. El director de los "Spider-Man" se ríe así a pierna suelta de las desgracias de una buena chica que paga con creces las consecuencias de sus actos, y que va derechita al fuego del infierno por un lapsus de egoísmo de esos que todos tenemos cien veces a lo largo del día.
Terror (es un decir) inteligente, con la cabeza sobre los hombros y con viperina mala uva a cuestas, "Arrástrame al infierno" se lo monta de anacrónica con una gracia marinera absolutamente irresistible. Raimi ha vuelto por sus mejores fueros, perdiéndole el respeto a Lucifer y a quien haga falta. Como agua de lluvia en mitad del secarral de horteras y chillones terrores de lata con pasaporte estadounidense.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
Noticias al fin del mejor Sam Raimi.
Lo peor:
Tomársela demasiado en serio o demasiado en broma.
Valoración usuarios
- Género: Terror
- Fecha de estreno: 31/07/2009
- Director: Sam Raimi
- Actores: Alison Lohman (Christine Brown), Justin Long (Clay Dalton), Lorna Raver (Sra. Ganush), David Paymer (Sr. Jacks), Dileep Rao (Rham)
- Nacionalidad y año de producción: EE.UU., 2009
- Calificación: No recomendada menores de 18 años
Nada como reconectarse a las raíces para superar el bache de un fracaso creativo del tamaño descomunal de la horrible "Spider-Man 3". En ese sentido "Arrástrame al infierno" bien podría leerse como una película terapia, y un exorcismo en toda regla para quitarse del cuerpo el mal cuerpo que deja trabajar a sueldo durante tantos años. La excelente noticia es que Sam Raimi seguía ahí, que sigue despierto y que cuando quiere hace un cine que si no lo hiciera él como sólo él sabe hacerlo no lo haría nadie.
Su última pequeña película es un sensacional despiporre terrorífico, un retorno a casa y a los sudores fríos con golpe en el hueso de la risa incluido de la trilogía "Poeseión infernal", "Terroríficamente muertos" y "El ejército de las tinieblas". Raimi se reconcilia con su yo más siniestro y cachondo, con su afición crónica con la serie B más chusca, con el efecto especial de látex y con el espíritu comiquero que proyectó sus películas justamente al altar del cine de culto para gourmets de la casquería más sofisticada. A medio camino, claro, entre la guasa paródica y el escalofrío de una historieta de terror gótico (ambientalmente hablando) de grimosas estampas demoniacas y horrores de ultratumba, "Arrástrame al infierno" es un divertimento impagable que borda la refrescante tensión entre la risa, la dentera y el morbo inquietante del ocultismo sin despeinarse.
Raimi es un maestro en estas lides y el resultado es una de las películas más descacharrantes y entretenidas de este verano 2009. Disfrazada de cuento moral, de leyenda ejemplarizante con moraleja, la cinta de Raimi arroja a los infiernos a una mujer de corazón noble, perseguida por una terrible maldición consecuencia de un desliz ético absolutamente común y corriente. El director de los "Spider-Man" se ríe así a pierna suelta de las desgracias de una buena chica que paga con creces las consecuencias de sus actos, y que va derechita al fuego del infierno por un lapsus de egoísmo de esos que todos tenemos cien veces a lo largo del día.
Terror (es un decir) inteligente, con la cabeza sobre los hombros y con viperina mala uva a cuestas, "Arrástrame al infierno" se lo monta de anacrónica con una gracia marinera absolutamente irresistible. Raimi ha vuelto por sus mejores fueros, perdiéndole el respeto a Lucifer y a quien haga falta. Como agua de lluvia en mitad del secarral de horteras y chillones terrores de lata con pasaporte estadounidense.