Crítica:
Una conmovedora epopeya
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
La inercia ganadora de la conmovedora historia real en que se inspira
Lo peor:
El abuso de tics sentimentales
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Drama
- Fecha de estreno: 26/06/2015
- Director:
Nils Tavernier
- Actores:
Jacques Gamblin (Paul Amblard), Alexandra Lamy (Claire Amblard), Fabien Héraud (Julien Amblard), Sophie de Furst (Sophie Amblard), Pablo Pauly (Yohan), Xavier Mathieu (Sergio), Christelle Cornil (Isabelle), Fred Epaud (Doctor Pascal), Sandra Leclercq (Lucie)
- Nacionalidad y año de producción:
Francia,
2013
- Calificación: Todos los públicos
Rodeada de esa aureola de gran relato de las historias basadas en (inspiradores) hechos reales,
Con todas nuestras fuerzas asume las limitaciones del melodrama verídico de multisala con la legítima intención de llegar a un público lo más amplio posible. Nils Tavernier, hijo del legendario Bertrand, se deja seducir (inevitablemente, por otro lado) por el excepcional músculo dramático de la historia, escarbando en la dimensión más sentimental del relato (inevitable nos tememos también esto) emocionándose, y emocionándonos, con la historia de un emotivo reencuentro entre un padre y un hijo tetrapléjico que deciden saltar todas las barreras, desafiar a la lógica y hacer posible lo imposible, legando al mundo un ejemplo de superación y tenacidad más que encomiable.
Es casi imposible no ver
Con todas nuestras fuerzas con un cerrado nudo en la garganta, y es que la inercia de la historia real te gana forzosamente para la causa a las primeras de cambio. Es probablemente imposible rehuir la dimensión más tierna y, por qué no decirlo, sensiblera de tan hermosa fábula, pero también es cierto que Tavernier no pone demasiado de su parte, abusando de énfasis musicales en los momentos más emotivos y subrayando innecesariamente las emociones a flor de piel de una película que, precisamente, necesita temple y un director capaz de matizar el vendaval de emociones inherentes a la historia.
Pero, decíamos, Tavernier se deja llevar, emocionando por las bravas, renunciando a explorar los resortes menos obvios y trillados del melodrama. En cierto sentido su película es superficial, limitándose, como se limita, a la crónica, un tanto telefílmica del hecho en sí, no siempre capaz de renunciar al edulcorante por el bien de la película. Con todo, y a pesar de los defectos,
Con todas nuestras fuerzas es una ficción conmovedora, valiosa en tanto que espejo de una historia real asombrosa, enriquecida con interpretaciones de mérito y plagada de mensajes inspiradores. En fin, una de esas películas que te hacen abandonar la sala reconciliado con la vida, aun siendo conscientes de que nuestros sentimientos han sido manipulados a base de bien.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
La inercia ganadora de la conmovedora historia real en que se inspira
Lo peor:
El abuso de tics sentimentales
Valoración usuarios
- Género: Drama
- Fecha de estreno: 26/06/2015
- Director: Nils Tavernier
- Actores: Jacques Gamblin (Paul Amblard), Alexandra Lamy (Claire Amblard), Fabien Héraud (Julien Amblard), Sophie de Furst (Sophie Amblard), Pablo Pauly (Yohan), Xavier Mathieu (Sergio), Christelle Cornil (Isabelle), Fred Epaud (Doctor Pascal), Sandra Leclercq (Lucie)
- Nacionalidad y año de producción: Francia, 2013
- Calificación: Todos los públicos
Rodeada de esa aureola de gran relato de las historias basadas en (inspiradores) hechos reales, Con todas nuestras fuerzas asume las limitaciones del melodrama verídico de multisala con la legítima intención de llegar a un público lo más amplio posible. Nils Tavernier, hijo del legendario Bertrand, se deja seducir (inevitablemente, por otro lado) por el excepcional músculo dramático de la historia, escarbando en la dimensión más sentimental del relato (inevitable nos tememos también esto) emocionándose, y emocionándonos, con la historia de un emotivo reencuentro entre un padre y un hijo tetrapléjico que deciden saltar todas las barreras, desafiar a la lógica y hacer posible lo imposible, legando al mundo un ejemplo de superación y tenacidad más que encomiable.
Es casi imposible no ver Con todas nuestras fuerzas con un cerrado nudo en la garganta, y es que la inercia de la historia real te gana forzosamente para la causa a las primeras de cambio. Es probablemente imposible rehuir la dimensión más tierna y, por qué no decirlo, sensiblera de tan hermosa fábula, pero también es cierto que Tavernier no pone demasiado de su parte, abusando de énfasis musicales en los momentos más emotivos y subrayando innecesariamente las emociones a flor de piel de una película que, precisamente, necesita temple y un director capaz de matizar el vendaval de emociones inherentes a la historia.
Pero, decíamos, Tavernier se deja llevar, emocionando por las bravas, renunciando a explorar los resortes menos obvios y trillados del melodrama. En cierto sentido su película es superficial, limitándose, como se limita, a la crónica, un tanto telefílmica del hecho en sí, no siempre capaz de renunciar al edulcorante por el bien de la película. Con todo, y a pesar de los defectos, Con todas nuestras fuerzas es una ficción conmovedora, valiosa en tanto que espejo de una historia real asombrosa, enriquecida con interpretaciones de mérito y plagada de mensajes inspiradores. En fin, una de esas películas que te hacen abandonar la sala reconciliado con la vida, aun siendo conscientes de que nuestros sentimientos han sido manipulados a base de bien.