Crítica:
Fábula de superación en torno al deporte rey en la desatinada incursión de Roberto Santiago en el mundo de la comedia infantil
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
El cameo de Forlán
Lo peor:
Que es un sonado quiero y no sé cómo
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 14/10/2011
- Director:
Roberto Santiago
- Actores:
Óscar Casas (Iván), Antonio Resines (abuelo), Fernando Tejero (Toribio), Ana Claudia Talancón (Amy), Ricardo Dávila (Reportero), Javier Pinto (Cliente de hotel)
- Nacionalidad y año de producción:
México, Colombia, España,
2011
- Calificación: Todos los públicos y especialmente recomendada para la infancia
Hay en El sueño de Iván un bienintencionado empeño por proyectar un mensaje de superación y dinámica de equipo en torno a la ética del balompié, pero no hay diana. Roberto Santiago propone un cuento futbolero para críos en el que se esbozan e inculcan a lo bruto discursos un tanto ingenuos y demasiado planos de integración multicultural, perseverancia en la realización de los sueños y espíritu solidario en la gestión de dificultades.
Pero a la vez emerge sin querer la otra cara del fútbol, la de las rivalidades antideportivas, la envidia por el éxito ajeno, el desprecio al árbitro y el todo vale para ganar. Incluso la trampa. Didácticamente torpe, "El sueño de Iván" esboza moralejas ambiguas acicalando alrededor de una excusa demasiado laxa, hacer una película de fútbol con niños, las peripecias de un chaval enamorado del deporte rey reclutado por un equipo multirracial de chavales de medio mundo que se enfrentan en un partido benéfico a un combinado internacional de estrellas del balón y encima les plantan cara.
La premisa es demasiado boba incluso para un crío de pequeña estatura; "El sueño de Iván" se amarra a un sentimentalismo crudo y sin cocer, demasiado primitivo. Santiago unta la película de romanticismo cursi alrededor de un puñado de personajes infantiles rebozados en clichés en un paisaje de arcaica comedia telefílmica. "El sueño de Iván" quiere pero ni puede ni sabe; las intenciones no bastan y los críos no son un público tan fácil como Santiago parece suponer.
Su película los subestima y, desde luego, descarta la empatía de chavales algo más creciditos; el tono de fábula balompédico está muy forzado y el acaramelado didactismo de la propuesta es un lastre. Simplemente el director no da con la tecla, no está cómodo en este registro y no sabe tratar con el público al que quiere dirigirse. Por si fuera poco hasta la factura está descuidada. Santiago, un eficiente narrador de comedias, despacha la película con prisas muy visibles y una factura desaliñada muy de andar por casa.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
El cameo de Forlán
Lo peor:
Que es un sonado quiero y no sé cómo
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 14/10/2011
- Director: Roberto Santiago
- Actores: Óscar Casas (Iván), Antonio Resines (abuelo), Fernando Tejero (Toribio), Ana Claudia Talancón (Amy), Ricardo Dávila (Reportero), Javier Pinto (Cliente de hotel)
- Nacionalidad y año de producción: México, Colombia, España, 2011
- Calificación: Todos los públicos y especialmente recomendada para la infancia
Hay en El sueño de Iván un bienintencionado empeño por proyectar un mensaje de superación y dinámica de equipo en torno a la ética del balompié, pero no hay diana. Roberto Santiago propone un cuento futbolero para críos en el que se esbozan e inculcan a lo bruto discursos un tanto ingenuos y demasiado planos de integración multicultural, perseverancia en la realización de los sueños y espíritu solidario en la gestión de dificultades.
Pero a la vez emerge sin querer la otra cara del fútbol, la de las rivalidades antideportivas, la envidia por el éxito ajeno, el desprecio al árbitro y el todo vale para ganar. Incluso la trampa. Didácticamente torpe, "El sueño de Iván" esboza moralejas ambiguas acicalando alrededor de una excusa demasiado laxa, hacer una película de fútbol con niños, las peripecias de un chaval enamorado del deporte rey reclutado por un equipo multirracial de chavales de medio mundo que se enfrentan en un partido benéfico a un combinado internacional de estrellas del balón y encima les plantan cara.
La premisa es demasiado boba incluso para un crío de pequeña estatura; "El sueño de Iván" se amarra a un sentimentalismo crudo y sin cocer, demasiado primitivo. Santiago unta la película de romanticismo cursi alrededor de un puñado de personajes infantiles rebozados en clichés en un paisaje de arcaica comedia telefílmica. "El sueño de Iván" quiere pero ni puede ni sabe; las intenciones no bastan y los críos no son un público tan fácil como Santiago parece suponer.
Su película los subestima y, desde luego, descarta la empatía de chavales algo más creciditos; el tono de fábula balompédico está muy forzado y el acaramelado didactismo de la propuesta es un lastre. Simplemente el director no da con la tecla, no está cómodo en este registro y no sabe tratar con el público al que quiere dirigirse. Por si fuera poco hasta la factura está descuidada. Santiago, un eficiente narrador de comedias, despacha la película con prisas muy visibles y una factura desaliñada muy de andar por casa.