Con apenas seis películas en su haber, Matthew Vaughn se ha convertido en uno de los referentes del cine pop británico contemporá­neo. Más elegante que otros cineas­tas de su generación pero, también, de una irreverencia sorprendente para el mainstream actual, Vaughn ha hecho de largometrajes como Layer Cake, Kick-Ass: Listo para ma­chacar, X-Men: Primera generación y Kingsman: Servicio secreto, los ja­lones de una carrera cada vez más cercana de una ruptura con los con­sensos de representación e ideoló­gicos predominantes hoy. Ahora es­trena en nuestros cines la secuela del que era su último trabajo: una revisión del cine de espionaje que, más que rendir pleitesía a los clási­cos, hallaba en su seno una desver­güenza estética y de discursos que terminaba por hacer de la película un blockbuster anarquista que no deja­ba, literalmente, títere con cabeza.

Despegado ya casi totalmente del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons al que se ceñía con licencias la pro­ducción original, Kingsman: El círcu­lo de oro devuelve a Eggsy, acompa­ñado de Merlín y Roxy, al campo de batalla. El resto de Kingsman han sido puestos fuera de combate por acción de una villana con planes de dominación mundial, Poppy. Ante tan descorazonadora situación, los gue­rreros de corbata y zapatos habrán de aliarse con los Statesman, su ver­sión americana. Aunque las diferen­cias entre los espías británicos y los yanquis provocarán numerosos enfrentamientos entre ambos, ha­brán de aliarse como única oportu­nidad de vencer una amenaza bru­tal que se cierne sobre el destino de Occidente.

Y además

El bueno

TARON EGERTON Hijo de un Kingsman caído en combate, Gary ‘Eggsy’ Unwin acaba siendo rescatado de las calles londinenses por un amigo de su padre, Harry Hart, y entrenado para ser un Kingsman. Hoy es ya un caballero tan cuidadoso en sus modales como letal para los enemigos.

La mala

JULIANNE MOORE La premiada actriz toma el relevo de Samuel L. Jackson como villana de la función. Se llama Poppy y, en apariencia, es una emprendedora de maneras suaves y comportamiento intachable que, sin embargo, guarda una temible sorpresa.

Los veteranos

COLIN FIRTH ¿Pero no había muerto Harry Hart cuando Richmond Valentine le disparó en la cabeza? Aún no sabemos cómo, pero el mentor de Eggsy está vivo. Con un ojo menos, eso sí, aunque la misma devoción por el servicio.

MARK STRONG El encargado de supervisar las pruebas que han de pasar los aspirantes a Kingsman, Merlín, sigue prestando apoyo logístico a Eggsy. Cuando las cosas se pongan feas, solo se tendrán el uno al otro.

EDWARD HOLCROFT Charlie era uno de esos pupilos de la academia de Kingsman que demostró no estar hecho de la madera de un verdadero espía. Su conflicto con Eggsy tendrá nuevamente una importante presencia en esta secuela.

SOPHIE COOKSON Roxy es una chica implacable, tan ágil y audaz como capaz de dejar completamente a un lado sus sentimientos cuando se trata de tomar una decisión difícil. La mejor aliada del temperamental Eggsy.

Los nuevos aliados

HALLE BERRY Ginger Ale es una de las mayores expertas en nuevas tecnologías del mundo. Valoradísima miembro de los Statesman, su talante hará un poco menos tenso el trato entre ambas agencias de espionaje.

CHANNING TATUM Es chulo, arrogante y zafio como él solo. Tequila jamás suelta su escopeta y dispara antes de preguntar. Un vaquero a la antigua usanza cuyo encuentro inicial con Eggsy y Merlín no será de lo más agradable.

JEFF BRIDGES El agente Champ es nada más y nada menos que quien preside a los Statesman. Su oficina central está en una gigantesca destilería de Kentucky y no teme que sus hombres monten gresca a la luz del día.

PEDRO PASCAL El intérprete chileno, protagonista de la serie Narcos, se pone bajo la piel de Whiskey: un tipo capaz de utilizar los objetos más inesperados como armas fatales. Un tipo práctico y que se expresa a base de golpes.

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