Crítica:
Abordando a Camus
- Autor:
Ignacio Pablo Rico
- Fecha:
Lo mejor:
Reda Kateb
Lo peor:
Que intente pasar por una película lacónica y contenida siendo todo lo contrario
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Drama
- Fecha de estreno: 02/10/2015
- Director:
David Oelhoffen
- Actores:
Viggo Mortensen (Daru), Reda Kateb (Mohamed), Djemel Barek (Slimane), Vincent Martin (Balducci), Nicolas Giraud (Teniente Le Tallec), Jean-Jérôme Esposito (Francis), Hatim Sadiki (Abdelkader), Yann Goven (René), Sonia Amori (la prostituta)
- Nacionalidad y año de producción:
Francia,
2014
- Calificación: No recomendada menores de 12 años
Desde hace un tiempo,
Viggo Mortensen lleva las riendas de la editorial Perceval Press y de la productora Perceval Pictures, regidas ambas por el afán de dar voz a autores que operan fuera del mainstream cultural. El filme que nos ocupa es la tercera producción, tras
Todos tenemos un plan (2012) y
Jauja (2014), de una compañía que ha concretado el voluntarioso compromiso del actor con políticas creativas de aspiraciones autorales y filiación ideológica progresista. Una inquietud que ya había manifestado anteriormente a través de su colaboración en
Good (2008) u
On the Road (2012), decepcionantes intentonas de un estupendo intérprete por abarcar registros muy diferentes de los habituales.
Por su parte,
Lejos de los hombres, de David Oelhoffen, adapta libremente El huesped, cuento evocativo y desazonador de Albert Camus ambientado en la convulsa Argelia de 1954. El protagonista, Daru (Mortensen), es un humilde maestro obligado a atravesar un paraje inhóspito para entregar a las autoridades a Mohamed (
Reda Kateb), un árabe que ha asesinado a su primo. Si bien El huésped se centra en la relación que se teje entre ambos durante el breve lapso en que comparten techo y enseres, Oelhoffen decide llevar la propuesta hacia otros horizontes, plasmando explícitamente, a través de las vivencias de los personajes durante un viaje corto pero intenso, el conflicto entre los colonos franceses y los rebeldes.
Pese a la escasez de elementos potencialmente narrativos, Oelhoffen estira la historia hasta lo indecible, como si se tratase del
Peter Jackson de El hobbit, rellenándola de inocuas aventuras y meditaciones elementales acerca de la camaradería y lo absurdo de la guerra. La reinterpretación plana del original, sumada a esa falsa contención que delatan los subrayados musicales y las derivas lacrimógenas, demuestran impotencia a la hora de adentrarse en los recovecos de un árido relato sobre la responsabilidad, la libertad y el divorcio entre el hombre y un entorno que le resulta, a la vez, familiar y extranjero. Ni siquiera el tesón de Mortensen y del reivindicable Kateb logra insuflarle vida a
Lejos de los hombres. Y es que, sin pretenderlo, acaba echando por tierra el trasfondo reflexivo de la obra de Camus.
- Autor: Ignacio Pablo Rico
- Fecha:

Lo mejor:
Reda Kateb
Lo peor:
Que intente pasar por una película lacónica y contenida siendo todo lo contrario
Valoración usuarios
- Género: Drama
- Fecha de estreno: 02/10/2015
- Director: David Oelhoffen
- Actores: Viggo Mortensen (Daru), Reda Kateb (Mohamed), Djemel Barek (Slimane), Vincent Martin (Balducci), Nicolas Giraud (Teniente Le Tallec), Jean-Jérôme Esposito (Francis), Hatim Sadiki (Abdelkader), Yann Goven (René), Sonia Amori (la prostituta)
- Nacionalidad y año de producción: Francia, 2014
- Calificación: No recomendada menores de 12 años
Desde hace un tiempo, Viggo Mortensen lleva las riendas de la editorial Perceval Press y de la productora Perceval Pictures, regidas ambas por el afán de dar voz a autores que operan fuera del mainstream cultural. El filme que nos ocupa es la tercera producción, tras Todos tenemos un plan (2012) y Jauja (2014), de una compañía que ha concretado el voluntarioso compromiso del actor con políticas creativas de aspiraciones autorales y filiación ideológica progresista. Una inquietud que ya había manifestado anteriormente a través de su colaboración en Good (2008) u On the Road (2012), decepcionantes intentonas de un estupendo intérprete por abarcar registros muy diferentes de los habituales.
Por su parte, Lejos de los hombres, de David Oelhoffen, adapta libremente El huesped, cuento evocativo y desazonador de Albert Camus ambientado en la convulsa Argelia de 1954. El protagonista, Daru (Mortensen), es un humilde maestro obligado a atravesar un paraje inhóspito para entregar a las autoridades a Mohamed ( Reda Kateb), un árabe que ha asesinado a su primo. Si bien El huésped se centra en la relación que se teje entre ambos durante el breve lapso en que comparten techo y enseres, Oelhoffen decide llevar la propuesta hacia otros horizontes, plasmando explícitamente, a través de las vivencias de los personajes durante un viaje corto pero intenso, el conflicto entre los colonos franceses y los rebeldes.
Pese a la escasez de elementos potencialmente narrativos, Oelhoffen estira la historia hasta lo indecible, como si se tratase del Peter Jackson de El hobbit, rellenándola de inocuas aventuras y meditaciones elementales acerca de la camaradería y lo absurdo de la guerra. La reinterpretación plana del original, sumada a esa falsa contención que delatan los subrayados musicales y las derivas lacrimógenas, demuestran impotencia a la hora de adentrarse en los recovecos de un árido relato sobre la responsabilidad, la libertad y el divorcio entre el hombre y un entorno que le resulta, a la vez, familiar y extranjero. Ni siquiera el tesón de Mortensen y del reivindicable Kateb logra insuflarle vida a Lejos de los hombres. Y es que, sin pretenderlo, acaba echando por tierra el trasfondo reflexivo de la obra de Camus.