Crítica:
"Luna nueva" ahonda en todos los defectos de fábrica de la primera parte de la saga enarbolando un romanticismo ñoño y chillón sólo apto para incondicionales
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
Los hombres lobo dan mucho más juego que los vampirillos
Lo peor:
Que el diagnóstico sigue siendo grave
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Fantástica
- Fecha de estreno: 18/11/2009
- Director:
Chris Weitz
- Actores:
Kristen Stewart (Bella Swan), Nikki Reed (Rosalie Hale), Robert Pattinson (Edward Cullen), Taylor Lautner (Jacob Black), Ashley Greene (Alice Cullen), Peter Facinelli (Dr. Carlisle Cullen), Elizabeth Reaser (Esme Cullen), Kellan Lutz (Emmett Cullen)
- Nacionalidad y año de producción:
EE.UU.,
2009
- Calificación: No recomendada menores de 13 años
Con el éxito hipotecado y el aura intocable de película ganadora y amasa fortunas "Luna nueva" se trabaja más si cabe la venta de merchandising y aledaños exprimiendo la gallina de los huevos de oro. Película no hay, y lo saben. El secretismo es con las fans y la juventud femenina enfervorecida que abraza el fenómeno con inocente y entendible/respetable gratitud. "Luna nueva" es un producto y como tal una operación financiera magníficamente montada. Lo demás es ruido y coartada. Interesa que las adolescentes forren sus carpetas con la jeta y los pectorales de los preciosos protagonistas. La franquicia que nos ocupa sabe explotar sus debilidades a placer, y ya no hay engaños. Cambian el cromo del director, pero Chris Weitz no pinta un carajo en esta fiesta; decide poco más o menos lo mismo que los albañiles que levantan el set de rodaje. Huelga pues decir que la segunda arrastra todos los defectos de la primera y no corrige ninguno, ¿para qué?.
Romanticismo melifluo y chillón cincelado con el artificio propio del simulacro de cartón piedra, "Luna nueva" acuña un sentimentalismo trágico de novela rosa transportado al universo adolescente, ñoño y, a ratos, grotesco, pero agradecido, suponemos, con quien aún habita en la ingravidez de edulcorados sueños infantiles. El problema de "Luna nueva" (la película, ojo) es que es cine adolescente, sí, pero de primera hornada. Es decir, carne de cañón, fundamentalmente, de treceañeras y poco más. Las emociones son todas impostadas y con una idea muy pobre de lo generacional, de las emociones primitivas e iniciáticas.
Kristen Stewart sigue expresando su inadaptada superioridad de adolescente con dones que otros no tienen agarrando los puños de la camisa y balbuceando con una alarmante limitación de recursos. El guapo Robert Pattinson sale mejor parado porque aparece poco, siempre con el rostro maquillado de blanco sólo hasta la mitad del cuello. Quiere proyectar trascendencia oceánica en su mirar, pero sigue sin saber cómo. No es, ojo, culpa del muchacho, la blandenguería reciclada que emana de este estudiadísimo fenómeno mediático es indefendible sea quien sea el fotogénico intérprete encargado del marrón. "Luna nueva" es cine inerte, a ratos hilarante por disparatado (¡esas apariciones espirituales del vampiro para orientar la querencia excesiva de su chica por la tontada!), que técnicamente progresa adecuadamente (los efectos especiales suben nota).
Los que tienen mucho cine y tele a las espaldas alucinan con la escasísima originalidad de la fórmula y se contentan con lo mínimo. Weitz aplica a la historieta un aseado sentido del ritmo, a pesar de que las afinidades y malos rollos entre personajes son jeroglíficos para quien no se lleva el libro leído desde casa. Pero es hablar por hablar; películas como ésta se defienden o se descalifican solas. Las reseñas sobran; sus potenciales espectadoras, casi todas, van a tiro hecho. Lo bueno es que, ahora sí, los demás también. La primera ya dejaba las cosas claras. Nada cambia aquí, y nada cambiará en episodios sucesivos.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
Los hombres lobo dan mucho más juego que los vampirillos
Lo peor:
Que el diagnóstico sigue siendo grave
Valoración usuarios
- Género: Fantástica
- Fecha de estreno: 18/11/2009
- Director: Chris Weitz
- Actores: Kristen Stewart (Bella Swan), Nikki Reed (Rosalie Hale), Robert Pattinson (Edward Cullen), Taylor Lautner (Jacob Black), Ashley Greene (Alice Cullen), Peter Facinelli (Dr. Carlisle Cullen), Elizabeth Reaser (Esme Cullen), Kellan Lutz (Emmett Cullen)
- Nacionalidad y año de producción: EE.UU., 2009
- Calificación: No recomendada menores de 13 años
Con el éxito hipotecado y el aura intocable de película ganadora y amasa fortunas "Luna nueva" se trabaja más si cabe la venta de merchandising y aledaños exprimiendo la gallina de los huevos de oro. Película no hay, y lo saben. El secretismo es con las fans y la juventud femenina enfervorecida que abraza el fenómeno con inocente y entendible/respetable gratitud. "Luna nueva" es un producto y como tal una operación financiera magníficamente montada. Lo demás es ruido y coartada. Interesa que las adolescentes forren sus carpetas con la jeta y los pectorales de los preciosos protagonistas. La franquicia que nos ocupa sabe explotar sus debilidades a placer, y ya no hay engaños. Cambian el cromo del director, pero Chris Weitz no pinta un carajo en esta fiesta; decide poco más o menos lo mismo que los albañiles que levantan el set de rodaje. Huelga pues decir que la segunda arrastra todos los defectos de la primera y no corrige ninguno, ¿para qué?.
Romanticismo melifluo y chillón cincelado con el artificio propio del simulacro de cartón piedra, "Luna nueva" acuña un sentimentalismo trágico de novela rosa transportado al universo adolescente, ñoño y, a ratos, grotesco, pero agradecido, suponemos, con quien aún habita en la ingravidez de edulcorados sueños infantiles. El problema de "Luna nueva" (la película, ojo) es que es cine adolescente, sí, pero de primera hornada. Es decir, carne de cañón, fundamentalmente, de treceañeras y poco más. Las emociones son todas impostadas y con una idea muy pobre de lo generacional, de las emociones primitivas e iniciáticas.
Kristen Stewart sigue expresando su inadaptada superioridad de adolescente con dones que otros no tienen agarrando los puños de la camisa y balbuceando con una alarmante limitación de recursos. El guapo Robert Pattinson sale mejor parado porque aparece poco, siempre con el rostro maquillado de blanco sólo hasta la mitad del cuello. Quiere proyectar trascendencia oceánica en su mirar, pero sigue sin saber cómo. No es, ojo, culpa del muchacho, la blandenguería reciclada que emana de este estudiadísimo fenómeno mediático es indefendible sea quien sea el fotogénico intérprete encargado del marrón. "Luna nueva" es cine inerte, a ratos hilarante por disparatado (¡esas apariciones espirituales del vampiro para orientar la querencia excesiva de su chica por la tontada!), que técnicamente progresa adecuadamente (los efectos especiales suben nota).
Los que tienen mucho cine y tele a las espaldas alucinan con la escasísima originalidad de la fórmula y se contentan con lo mínimo. Weitz aplica a la historieta un aseado sentido del ritmo, a pesar de que las afinidades y malos rollos entre personajes son jeroglíficos para quien no se lleva el libro leído desde casa. Pero es hablar por hablar; películas como ésta se defienden o se descalifican solas. Las reseñas sobran; sus potenciales espectadoras, casi todas, van a tiro hecho. Lo bueno es que, ahora sí, los demás también. La primera ya dejaba las cosas claras. Nada cambia aquí, y nada cambiará en episodios sucesivos.