Crítica:
Oda a lo disfuncional
- Autor:
Ignacio Pablo Rico
- Fecha:
Lo mejor:
Es una comedia ligera con más aristas dramáticas y sociales de lo que podría parecer a primera vista
Lo peor:
Que fácilmente pueda pasar por un Yamada menor
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Comedia
- Fecha de estreno: 12/05/2017
- Director:
Yôji Yamada
- Actores:
Isao Hashizume (Shuzo Hirata), Kazuko Yoshiyuki (Tomiko Hirata), Masahiko Nishimura (Konosuke Hirata), Yui Natsukawa (Fumie Hirata), Tomoko Nakajima (Shigeko Kanai), Yû Aoi (Noriko Mamiya), Jun Fubuki (Kayo)
- Nacionalidad y año de producción:
Japón,
2016
- Calificación: Todos los públicos
Invectiva contra las miradas patéticas y autocondescendientes a la tercera edad por parte de un cineasta octogenario como es
Yoji Yamada,
Maravillosa familia de Tokio deja adivinar con transparencia en sus imágenes que se trata de otra variación, tras
Una familia de Tokio (2013), de Cuentos de Tokio (1953). De hecho, atraviesan el filme referencias progresivamente explícitas al clásico de Ozu, reafirmando que esta socarrona comedia de enredos tiene tanto de reivindicación de un proceso creativo –el de reescribir, adaptándose a innumerables matizaciones estéticas y discursivas, un mismo esquema narrativo y visual– como de intento de reencontrar, siquiera a través de la ilusión cinematográfica, valores familiares susceptibles de convencer en pleno siglo XXI.
Yamada urde con pericia el tránsito de una bufonada puramente escenográfica e histriónica, con un trasfondo afilado y ácido bajo su aparente buen humor, a un filme melancólico y otoñal sobre la eterna tensión entre cariño e incomprensión que teje las relaciones familiares.
Maravillosa familia de Tokio podría pasar por una obra conformista y reaccionaria, pero es en realidad una oda a la correspondencia afectiva como único cimiento capaz de soportar el peso de una institución a la que la vida moderna ha hecho necesariamente disfuncional. Adelantábamos en la primera línea de este texto que quizás el aspecto más reseñable de Maravillosa familia de Tokio en cuanto a su perspectiva sea un acercamiento desprejuiciado, a veces negrísimo, a las sombras que se ciernen sobre la vejez, donde Yamada recicla lugares comunes para presentar una estampa conmovedora e insolente en torno a las frustraciones y expectativas de un anciano habitante del siglo XXI.
- Autor: Ignacio Pablo Rico
- Fecha:

Lo mejor:
Es una comedia ligera con más aristas dramáticas y sociales de lo que podría parecer a primera vista
Lo peor:
Que fácilmente pueda pasar por un Yamada menor
Valoración usuarios
- Género: Comedia
- Fecha de estreno: 12/05/2017
- Director: Yôji Yamada
- Actores: Isao Hashizume (Shuzo Hirata), Kazuko Yoshiyuki (Tomiko Hirata), Masahiko Nishimura (Konosuke Hirata), Yui Natsukawa (Fumie Hirata), Tomoko Nakajima (Shigeko Kanai), Yû Aoi (Noriko Mamiya), Jun Fubuki (Kayo)
- Nacionalidad y año de producción: Japón, 2016
- Calificación: Todos los públicos
Invectiva contra las miradas patéticas y autocondescendientes a la tercera edad por parte de un cineasta octogenario como es Yoji Yamada, Maravillosa familia de Tokio deja adivinar con transparencia en sus imágenes que se trata de otra variación, tras Una familia de Tokio (2013), de Cuentos de Tokio (1953). De hecho, atraviesan el filme referencias progresivamente explícitas al clásico de Ozu, reafirmando que esta socarrona comedia de enredos tiene tanto de reivindicación de un proceso creativo –el de reescribir, adaptándose a innumerables matizaciones estéticas y discursivas, un mismo esquema narrativo y visual– como de intento de reencontrar, siquiera a través de la ilusión cinematográfica, valores familiares susceptibles de convencer en pleno siglo XXI.
Yamada urde con pericia el tránsito de una bufonada puramente escenográfica e histriónica, con un trasfondo afilado y ácido bajo su aparente buen humor, a un filme melancólico y otoñal sobre la eterna tensión entre cariño e incomprensión que teje las relaciones familiares. Maravillosa familia de Tokio podría pasar por una obra conformista y reaccionaria, pero es en realidad una oda a la correspondencia afectiva como único cimiento capaz de soportar el peso de una institución a la que la vida moderna ha hecho necesariamente disfuncional. Adelantábamos en la primera línea de este texto que quizás el aspecto más reseñable de Maravillosa familia de Tokio en cuanto a su perspectiva sea un acercamiento desprejuiciado, a veces negrísimo, a las sombras que se ciernen sobre la vejez, donde Yamada recicla lugares comunes para presentar una estampa conmovedora e insolente en torno a las frustraciones y expectativas de un anciano habitante del siglo XXI.