Crítica:
Un thriller de otro tiempo
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
Firth y Strong, todo solvencia
Lo peor:
Una puesta en escena con pegada escasa
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Thriller
- Fecha de estreno: 13/02/2015
- Director:
Rowan Joffe
- Actores:
Nicole Kidman (Christine), Colin Firth (Ben), Mark Strong (Dr. Nasch), Anne-Marie Duff (Claire), Adam Levy (marido), Gabriel Strong (niño en bicicleta), Dean-Charles Chapman (Adam)
- Nacionalidad y año de producción:
Reino Unido, Suecia, Francia,
2014
- Calificación: No recomendada menores de 16 años
Con el aroma, un tanto anacrónico, de los thrillers pasionales de los ochenta, con un toque de ciencia-ficción existencialista,
No confíes en nadie se sumerge en el filón de la amnesia, un filón para cualquier escritor-cineasta con talento, para desglosar el mal café diario de una mujer que amanece en el cuerpo de una extraña cada día, por culpa de los efectos colaterales de un accidente, que diluyen por completo su memoria en el sueño, y la enfrentan cada día con el reto de conocerse nuevamente a sí misma y de descubrir los entresijos del desconcertante universo que la rodea. Un planteamiento jugoso que, en realidad, es la revisión seria, solemne y en clave de intriga conspiranoica, de aquellas simpáticas 50 primeras citas de Peter Segal, en la que
Adam Sandler se enfrentaba al reto de enamorar cada día a
Drew Barrymore, víctima del mismo mal que padece
Nicole Kidman en la nueva propuesta de Rowan Joffe, un thriller de esos que se pliega y repliega sobre la marcha tratando de dar esquinazo al respetable.
Y en efecto,
No confíes en nadie es película de las que juega con relativa habilidad al juego del gato y del ratón, dosificando con cierto esmero los nudos de la trama, mudando de piel en cada acto, y directa hacia un desenlace relativamente desconcertante. Joffe no fuerza demasiado la máquina exigiendo al thriller más de lo que el thriller puede dar. Y gracias a eso la cinta logra mantener el tipo en lo improbable sin despeñarse por el barranco de lo inverosímil. No ayuda demasiado la atonía de una puesta en escena un tanto arcaica, sin sello, acompasada por una omnipresente partitura de película de otro tiempo.
En realidad el jaleo identitario se mantiene en pie gracias a la credibilidad de que los dos rostros masculinos del reparto dotan a cada papel que les cae en suerte.
Colin Firth y
Mark Strong son dos ases en la manga, y su saber hacer llega donde no llegan las limitaciones de un Joffe corto de carácter. Ambos guardan las espaldas a una desubicadísima Nicole Kidman, que se pierde en el laberinto memorístico de su personaje, para seguir en ese limbo en el que lleva instalada ya un par de lustros, tratando, sin suerte, de volver a ser la que fue y de reconciliarse con la mejor versión de sí misma. En
No confíes en nadie está a merced de las jugarretas de un guion frecuentemente tramposo, quizá en las manos de un director con poco mando y, seguro, arropada por dos compañeros de reparto de incalculable talento.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
Firth y Strong, todo solvencia
Lo peor:
Una puesta en escena con pegada escasa
Valoración usuarios
- Género: Thriller
- Fecha de estreno: 13/02/2015
- Director: Rowan Joffe
- Actores: Nicole Kidman (Christine), Colin Firth (Ben), Mark Strong (Dr. Nasch), Anne-Marie Duff (Claire), Adam Levy (marido), Gabriel Strong (niño en bicicleta), Dean-Charles Chapman (Adam)
- Nacionalidad y año de producción: Reino Unido, Suecia, Francia, 2014
- Calificación: No recomendada menores de 16 años
Con el aroma, un tanto anacrónico, de los thrillers pasionales de los ochenta, con un toque de ciencia-ficción existencialista, No confíes en nadie se sumerge en el filón de la amnesia, un filón para cualquier escritor-cineasta con talento, para desglosar el mal café diario de una mujer que amanece en el cuerpo de una extraña cada día, por culpa de los efectos colaterales de un accidente, que diluyen por completo su memoria en el sueño, y la enfrentan cada día con el reto de conocerse nuevamente a sí misma y de descubrir los entresijos del desconcertante universo que la rodea. Un planteamiento jugoso que, en realidad, es la revisión seria, solemne y en clave de intriga conspiranoica, de aquellas simpáticas 50 primeras citas de Peter Segal, en la que Adam Sandler se enfrentaba al reto de enamorar cada día a Drew Barrymore, víctima del mismo mal que padece Nicole Kidman en la nueva propuesta de Rowan Joffe, un thriller de esos que se pliega y repliega sobre la marcha tratando de dar esquinazo al respetable.
Y en efecto, No confíes en nadie es película de las que juega con relativa habilidad al juego del gato y del ratón, dosificando con cierto esmero los nudos de la trama, mudando de piel en cada acto, y directa hacia un desenlace relativamente desconcertante. Joffe no fuerza demasiado la máquina exigiendo al thriller más de lo que el thriller puede dar. Y gracias a eso la cinta logra mantener el tipo en lo improbable sin despeñarse por el barranco de lo inverosímil. No ayuda demasiado la atonía de una puesta en escena un tanto arcaica, sin sello, acompasada por una omnipresente partitura de película de otro tiempo.
En realidad el jaleo identitario se mantiene en pie gracias a la credibilidad de que los dos rostros masculinos del reparto dotan a cada papel que les cae en suerte. Colin Firth y Mark Strong son dos ases en la manga, y su saber hacer llega donde no llegan las limitaciones de un Joffe corto de carácter. Ambos guardan las espaldas a una desubicadísima Nicole Kidman, que se pierde en el laberinto memorístico de su personaje, para seguir en ese limbo en el que lleva instalada ya un par de lustros, tratando, sin suerte, de volver a ser la que fue y de reconciliarse con la mejor versión de sí misma. En No confíes en nadie está a merced de las jugarretas de un guion frecuentemente tramposo, quizá en las manos de un director con poco mando y, seguro, arropada por dos compañeros de reparto de incalculable talento.