Crítica:
Angelina Jolie luce carisma y sex-appeal en el ajo de una insustancial película de espías tan vistosa como hueca, incoherente y mecánica
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
La tremenda fotogenia de su protagonista
Lo peor:
La nula consistencia del andamiaje dramático
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 20/08/2010
- Director:
Phillip Noyce
- Actores:
Angelina Jolie (Evelyn Salt), Liev Schreiber (Winter), Chiwetel Ejiofor (Peabody), Yara Shahidi (Peabody), Zoe Lister Jones (Zoe Kinnally), Gaius Charles (Todd Bottoms), Cassidy Hinkle (joven Salt), James Schram (Cabo Davis )
- Nacionalidad y año de producción:
EE.UU.,
2010
- Calificación: No recomendada menores de 12 años
A descarado y nada disimulado rebufo de la saga Bourne, pero con sex-appeal femenino, Salt encuentra su razón de ser en la curvilínea Angelina Jolie, motor y carburante de una película que habría muerto al nacer de haber seguido su rumbo natural, es decir, si como estaba inicialmente previsto el papel protagonista hubiese sido asumido por un hombre.
El toque femenino le da vidilla al amorfo espectáculo, no porque la Jolie sea una gran actriz, que no lo es ni lo ha sido nunca, pero sí por tener ese nosequé fotogénico y embaucador de las superestrellas divinas de ayer y hoy y esa innata capacidad para subir la temperatura ambiente del show más allá de lo corriente. Es la presencia de los labios del cine americano la que monopoliza las escasas simpatías que suscita este thriller hueco, vistoso, de continente impecable, que puebla sin saber estar los estereotipos del cine de espías pero eliminando el pilar esencial del mismo, las neuronas.
Salt no tiene lógica, ni sentido común ni asomo de coherencia, y tampoco hay que buscárselo; sus pretensiones son modestas: las curvas de Angelina y la adrenalina a presión que mana de las eficientes secuencias de acción han de sostener en pie lo que en verdad se cae por su propio peso. Phillip Noyce es un artesano con tablas, y tablas no le faltan a Salt, delante y detrás de la cámara, lo que le falta es una sola razón para ser tenida en consideración, para ser algo más que un atracón de fast food fílmico sin ton ni son.
Entretiene, sin duda, distrae y te aparta de las manillas del reloj, pero nada en ella merece ser recordado o recomendado; la acción fuera borda no está al servicio de la historia, es al revés, es la historia (o la historieta) la que está al servicio de la acción. El resultado es ultraligero y olvidable, Salt es una discreta colección de piruetas circenses en el vacío y un thriller, como tal, de segunda o de tercera. A pesar del ruido y de las sugerentes miradas de Angelina.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
La tremenda fotogenia de su protagonista
Lo peor:
La nula consistencia del andamiaje dramático
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 20/08/2010
- Director: Phillip Noyce
- Actores: Angelina Jolie (Evelyn Salt), Liev Schreiber (Winter), Chiwetel Ejiofor (Peabody), Yara Shahidi (Peabody), Zoe Lister Jones (Zoe Kinnally), Gaius Charles (Todd Bottoms), Cassidy Hinkle (joven Salt), James Schram (Cabo Davis )
- Nacionalidad y año de producción: EE.UU., 2010
- Calificación: No recomendada menores de 12 años
A descarado y nada disimulado rebufo de la saga Bourne, pero con sex-appeal femenino, Salt encuentra su razón de ser en la curvilínea Angelina Jolie, motor y carburante de una película que habría muerto al nacer de haber seguido su rumbo natural, es decir, si como estaba inicialmente previsto el papel protagonista hubiese sido asumido por un hombre.
El toque femenino le da vidilla al amorfo espectáculo, no porque la Jolie sea una gran actriz, que no lo es ni lo ha sido nunca, pero sí por tener ese nosequé fotogénico y embaucador de las superestrellas divinas de ayer y hoy y esa innata capacidad para subir la temperatura ambiente del show más allá de lo corriente. Es la presencia de los labios del cine americano la que monopoliza las escasas simpatías que suscita este thriller hueco, vistoso, de continente impecable, que puebla sin saber estar los estereotipos del cine de espías pero eliminando el pilar esencial del mismo, las neuronas.
Salt no tiene lógica, ni sentido común ni asomo de coherencia, y tampoco hay que buscárselo; sus pretensiones son modestas: las curvas de Angelina y la adrenalina a presión que mana de las eficientes secuencias de acción han de sostener en pie lo que en verdad se cae por su propio peso. Phillip Noyce es un artesano con tablas, y tablas no le faltan a Salt, delante y detrás de la cámara, lo que le falta es una sola razón para ser tenida en consideración, para ser algo más que un atracón de fast food fílmico sin ton ni son.
Entretiene, sin duda, distrae y te aparta de las manillas del reloj, pero nada en ella merece ser recordado o recomendado; la acción fuera borda no está al servicio de la historia, es al revés, es la historia (o la historieta) la que está al servicio de la acción. El resultado es ultraligero y olvidable, Salt es una discreta colección de piruetas circenses en el vacío y un thriller, como tal, de segunda o de tercera. A pesar del ruido y de las sugerentes miradas de Angelina.