Crítica:
Liam Neeson como arquetipo
- Autor:
Roberto Piorno
- Fecha:
Lo mejor:
La pareja protagonista, por supuesto
Lo peor:
Un desenlace muy mejorable
Valoración GDO
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 17/04/2015
- Director:
Jaume Collet-Serra
- Actores:
Liam Neeson (Jimmy Conlon), Génesis Rodríguez (Gabrielle), Joel Kinnaman (Mike Conlon), Boyd Holbrook (Danny Maguire), Vincent D´Onofrio (Detective Harding), Ed Harris (Shawn Maguire), Common (Mr. Price), Bruce McGill (Pat Mullen), Holt McCallany (Frank), Beau Knapp (Kenan Boyle)
- Nacionalidad y año de producción:
EE.UU.,
2015
- Calificación: No recomendada menores de 18 años
Podría ser la próxima, la anterior o la de hace cinco años. El guion en realidad cambia poco;
Liam Neeson ha cuajado como un arquetipo del cine de acción low cost en sí mismo. Un tipo rudo, atormentado, con pocos amigos y vida familiar en ruinas, independientemente del lado de la ley en el que se mueva, cuyas excepcionales destrezas en el arte del matarile y la caza al hombre lo convierten en un individuo letal se le ponga por delante la coyuntura que se le ponga. Es decir, que Neeson, que es uno de los mejores actores de su generación, lleva lustro y medio repitiendo sin rubor el mismo papel, pero es de esos intérpretes tan dotados que no te cansas, que da credibilidad al personaje más improbable y espesor al proyecto más indigno. Con todo, te preguntas por qué un tío con semejante talento se conforma con volver una y otra vez al mismo paisaje, cual sucesor de Charles Bronson o de un Steven Seagal con clase y con oficio.
Una noche para sobrevivir está un punto por encima de la media. Primero porque el vis a vis Neeson-
Ed Harris es un acontecimiento en sí mismo, y en segundo lugar porque
Jaume Collet-Serra explora las convenciones del género con la habitual energía, descaro y dinamismo que le caracterizan. Hablamos de un libreto muy trillado, algo así como un cruce entre las películas de poli/sicario chungo de
Liam Neeson de los últimos años, El último tren de Gun Hill y Camino a la perdición pero con la cuarta parte de neuronas, que coge cuerpo en una puesta en escena muy resultona alrededor de un puñado de personajes tan arquetípicos como familiares, que no muestra ademán ni amago de eludir el tópico, pero que se agarra a él con cierto oficio, sobando lugares comunes del thriller familiar gangsteril-policiaco en plan relativamente aseado.
Es decir,
Una noche para sobrevivir no juega en la liga de la saga Venganza para entendernos, en tanto que se esmera en acuñar un sustrato trágico, un modesto atrezo dramático alrededor de personajes que manejan emociones más complejas de lo que se estila habitualmente en películas de este corte. Hay más guion, para entendernos, más pretensiones argumentales si se quiere y un apañado equilibrio entre sus elementales ingredientes: dos actores formidables, un libreto tópico pero digno y una realización modestamente genuina y con criterio. Como thriller de lealtades clánicas con la mística de la venganza como coartada tiene un recorrido muy corto, como película de acción con esbozo de sustancia y contornos bidimensionales funciona razonablemente bien, a pesar de las crónicas debilidades de un tercer acto en el que se acumulan, sin venir a cuento, hasta dos finales.
- Autor: Roberto Piorno
- Fecha:

Lo mejor:
La pareja protagonista, por supuesto
Lo peor:
Un desenlace muy mejorable
Valoración usuarios
- Género: Acción
- Fecha de estreno: 17/04/2015
- Director: Jaume Collet-Serra
- Actores: Liam Neeson (Jimmy Conlon), Génesis Rodríguez (Gabrielle), Joel Kinnaman (Mike Conlon), Boyd Holbrook (Danny Maguire), Vincent D´Onofrio (Detective Harding), Ed Harris (Shawn Maguire), Common (Mr. Price), Bruce McGill (Pat Mullen), Holt McCallany (Frank), Beau Knapp (Kenan Boyle)
- Nacionalidad y año de producción: EE.UU., 2015
- Calificación: No recomendada menores de 18 años
Podría ser la próxima, la anterior o la de hace cinco años. El guion en realidad cambia poco; Liam Neeson ha cuajado como un arquetipo del cine de acción low cost en sí mismo. Un tipo rudo, atormentado, con pocos amigos y vida familiar en ruinas, independientemente del lado de la ley en el que se mueva, cuyas excepcionales destrezas en el arte del matarile y la caza al hombre lo convierten en un individuo letal se le ponga por delante la coyuntura que se le ponga. Es decir, que Neeson, que es uno de los mejores actores de su generación, lleva lustro y medio repitiendo sin rubor el mismo papel, pero es de esos intérpretes tan dotados que no te cansas, que da credibilidad al personaje más improbable y espesor al proyecto más indigno. Con todo, te preguntas por qué un tío con semejante talento se conforma con volver una y otra vez al mismo paisaje, cual sucesor de Charles Bronson o de un Steven Seagal con clase y con oficio.
Una noche para sobrevivir está un punto por encima de la media. Primero porque el vis a vis Neeson- Ed Harris es un acontecimiento en sí mismo, y en segundo lugar porque Jaume Collet-Serra explora las convenciones del género con la habitual energía, descaro y dinamismo que le caracterizan. Hablamos de un libreto muy trillado, algo así como un cruce entre las películas de poli/sicario chungo de Liam Neeson de los últimos años, El último tren de Gun Hill y Camino a la perdición pero con la cuarta parte de neuronas, que coge cuerpo en una puesta en escena muy resultona alrededor de un puñado de personajes tan arquetípicos como familiares, que no muestra ademán ni amago de eludir el tópico, pero que se agarra a él con cierto oficio, sobando lugares comunes del thriller familiar gangsteril-policiaco en plan relativamente aseado.
Es decir, Una noche para sobrevivir no juega en la liga de la saga Venganza para entendernos, en tanto que se esmera en acuñar un sustrato trágico, un modesto atrezo dramático alrededor de personajes que manejan emociones más complejas de lo que se estila habitualmente en películas de este corte. Hay más guion, para entendernos, más pretensiones argumentales si se quiere y un apañado equilibrio entre sus elementales ingredientes: dos actores formidables, un libreto tópico pero digno y una realización modestamente genuina y con criterio. Como thriller de lealtades clánicas con la mística de la venganza como coartada tiene un recorrido muy corto, como película de acción con esbozo de sustancia y contornos bidimensionales funciona razonablemente bien, a pesar de las crónicas debilidades de un tercer acto en el que se acumulan, sin venir a cuento, hasta dos finales.