Jacques Audiard

Hijo del cineasta Michel Audiard, Jacques Audiard heredó de su padre la pasión por contar historias y su interés por el lenguaje cinematográfico. Comenzó a trabajar regularmente como guionista en los 80 hasta que en 1994 dio definitivamente el gran salto y agarró por vez primera la claqueta de director. Regarde les hommes tomber le proporcionó el César a la mejor ópera prima y una colección de críticas elogiosas nada desdeñables.
En 1996 confirma la alternativa con Un hombre muy discreto, a la que seguirían Lee mis labios y De latir mi corazón se ha parado, con la que conquista los Cesar a la mejor película y mejor dirección y el derecho a dejar de ser simplemente el hijo de Michel Audiard. En 2009 alcanza la cima de su carrera gracias a Un profeta, considerada una de las películas francesas de la década, y merecedora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y de una candidatura al Oscar en la categoría de mejor filme extranjero. En la cima del cine francés, Audiard sigue dando lecciones de dirección con De óxido y hueso, Dheepan y Los hermanos Sisters, su debut en el cine anglosajón.