Jeremy Saulnier

Jeremy Saulnier hace sus primeros pinitos en el mundo del cine como director de fotografía y responsable de maquillaje en los márgenes de la industria. En 1998 dirige su primer corto, Goldfarb, al que le sigue Crabwalk. Debuta en el largometraje con Murder Party (2007), una comedia de terror que ha generado cierto culto en algunos círculos de aficionados. Con su segunda producción, Blue Ruin (2013), thriller tan barato como ambicioso, consigue un eco notable en el panorama independiente estadounidense, ganando el Premio a Mejor director en el FICXixón, el FIPRESCI en la Quincena de Realizadores de Cannes y el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Marrakech. Dos años después, en su tercera película, Green Room, aúna sus dos grandes pasiones, el cine de zombis y la música punk.
Director