Puede que sea cosa de la crisis o que Madrid se haya convertido definitivamente en una ciudad cosmopolita; o ambas cosas al mismo tiempo. El caso es que lo que antes se antojaba una hazaña hoy empieza a formar parte de la normalidad. Asturianos , por ejemplo, era hace unos años una de las pocas alternativas a los chinos o los italianos de medio pelo cuando querías salir a cenar en domingo. Hoy su propuesta de cocina casera de raíces asturianas y su fantástica carta de vinos tienen mucha compañía en la ciudad, como la tienen otros clásicos que siempre mantuvieron la puerta abierta en la noche más difícil de la semana.

Casa Lucio , sin ir más lejos, con sus callos, sus guisos y sus patatas con huevos estrellados. O Rafa (Narváez, 28. Tel. 91 573 10 87), con la bandera del buen pescado y el marisco de primera. En esas andan también algunos locales relativamente recientes como el desdoblado Vadebaco , con una atractiva combinación de vinos por copas, tapas y raciones, o el Cien Llaves de Casa de América. Si vamos hacia arriba -geográfica y monetariamente- daremos con Piñera (Rosario Pino, 12. Tel. 91 425 14 25), aunque siempre hay forma de aligerar la cuenta con propuestas intermedias como Il Particolare (Campomanes, 5. Tel. 91 541 83 07) o acercarse a Chueca y pedir mesa en Tepic (Pelayo, 4. Tel. 91 522 08 50).

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