Crítica:
Con Asia en la cabecera
- Autor:
Pedro Espinosa
- Fecha: 26/12/2013
Cocina asiática sin pelos en la lengua en un local abierto hace poco por un par de jóvenes con ganas de hacerlo pasar bien.
Cocina vista, una barra en la que se ultiman los platos, apenas unos taburetes donde sentarse, un par de cocineros que también atienden al personal, comida asiática y música a volumen alto pero no molesto. La sombra del cocinero David Muñoz y sus restaurantes DiverXO y StreetXO es alargada, lo que no deja de ser una buena señal. ¿Quién está detrás de Nakeima, que lleva un par de meses en funcionamiento? Gente joven e inquieta. Tras pasar por la cocina de Nikkei 225 y el primer DiverXO, Gonzalo García y su socio Luis Gómez-Bua se embarcan en la aventura de transformar un local de kebab en un espacio sin concesiones al lujo y a lo superfluo, donde se practica una cocina asiática de amplio espectro. A García le apoya en la cocina otro veterano de Nikkei 225, Roberto Martínez.
Y el asunto no solo funciona, sino que lo hace bastante bien. Bueno el tataki de pez mantequilla marinado en miso al que se le da un golpe de wok. En forma de dumpling, un clásico shumai de papada al que quizá le sobra el aderezo de aceite de oliva y trufa. El bunwich criollo conjuga un pan chino con chorizo criollo, huevo de codorniz y ensalada de col y zanahoria. Sin duda, una de las aperturas que bien merece una visita.
Y además
Apuntes destacados
• El nombre, Nakeima, es la traducción tuneada al gallego de on fire. Y suena a asiático, como se pretende.
• La carta, en la pizarra, invita a compartir bocados y organizarse una degustación.
• Merece la pena lanzarse a probar el kubak, contundente guiso de arroz deshidratado y frito, con oreja, shiitake, cebolleta y caldo de los cortes de cerdo que emplean, además de su piel.
- Autor: Pedro Espinosa
- Fecha: 26/12/2013
Cocina asiática sin pelos en la lengua en un local abierto hace poco por un par de jóvenes con ganas de hacerlo pasar bien.

Cocina vista, una barra en la que se ultiman los platos, apenas unos taburetes donde sentarse, un par de cocineros que también atienden al personal, comida asiática y música a volumen alto pero no molesto. La sombra del cocinero David Muñoz y sus restaurantes DiverXO y StreetXO es alargada, lo que no deja de ser una buena señal. ¿Quién está detrás de Nakeima, que lleva un par de meses en funcionamiento? Gente joven e inquieta. Tras pasar por la cocina de Nikkei 225 y el primer DiverXO, Gonzalo García y su socio Luis Gómez-Bua se embarcan en la aventura de transformar un local de kebab en un espacio sin concesiones al lujo y a lo superfluo, donde se practica una cocina asiática de amplio espectro. A García le apoya en la cocina otro veterano de Nikkei 225, Roberto Martínez.
Y el asunto no solo funciona, sino que lo hace bastante bien. Bueno el tataki de pez mantequilla marinado en miso al que se le da un golpe de wok. En forma de dumpling, un clásico shumai de papada al que quizá le sobra el aderezo de aceite de oliva y trufa. El bunwich criollo conjuga un pan chino con chorizo criollo, huevo de codorniz y ensalada de col y zanahoria. Sin duda, una de las aperturas que bien merece una visita.
Y además
Apuntes destacados
• El nombre, Nakeima, es la traducción tuneada al gallego de on fire. Y suena a asiático, como se pretende.
• La carta, en la pizarra, invita a compartir bocados y organizarse una degustación.
• Merece la pena lanzarse a probar el kubak, contundente guiso de arroz deshidratado y frito, con oreja, shiitake, cebolleta y caldo de los cortes de cerdo que emplean, además de su piel.