Artículo: El elegante del barrio
- Autor: Laura S. Lara
- Fecha: 18/03/2016
Chamberí estrena templo noctámbulo, una coctelería con estilo oldie y personalidad propia que apuesta por los tragos clásicos.
El discreto encanto de lo viejo. Así podríamos definir The Dash, la nueva coctelería de regusto clásico que ha abierto sus puertas en Chamberí, junto a la plaza de Olavide, poniendo su particular pizca de elegancia a tan floreciente barrio. No sería raro encontrarse con Don Draper y sus colegas de Mad Men sentados al fondo de este pequeño pero coqueto salón con mesas bajas, pufs, luz tenue y música baja, presidido por una imponente barra de mármol de los años 70 desde la que Rubén de Gracia (exbartender del mítico 1862 Dry Bar) dispone sus sugerentes mezclas espirituosas. La carta está formada por coctelería clásica renovada con un toque de modernidad, apoyada en la creatividad mixológica de la Ley Seca. Nos vuelve a presentar viejos conocidos bajo nombres tan sugerentes como Bahama-Mama, Cornwall Negroni, Juniport Fizz, Pennicillin, Dark ‘n Stormy, El Diablo, La Louisiane o The Last Word. The Dash supone la vuelta de la coctelería clásica de calidad, sin florituras pero con creatividad y a precios más que aceptables. Y también al contacto directo con el cliente, a aquello de preguntar y dejarse aconsejar para probar cosas nuevas que no son tan nuevas, tarea que De Gracia se toma especialmente en serio.
Y además
Un vermú en copa de cóctel
Los domingos por la mañana, el vermú en The Dash se toma en copa de cóctel y de cinco formas diferentes, siguiendo recetas que saben a otra época. El recorrido empieza en el Ford Cocktail de 1985 y termina en el Hanky Panky de 1930, pasando por el Bijou de 1900, el Bamboo de 1908 y el Luigi de 1922. Y aunque aquí no se sirve comida, para acompañar el trago, un poco de queso y unas latillas para recuperar el espíritu del barrio.
Conciertos con clase
Laura S. Lara- 09/12/2016